martes, 5 de octubre de 2010

Maltrato bancario

Vamos a suponer que abren un establecimiento, digamos un supermercado, justo al lado de su casa. En dicho supermercado se sigue la siguiente política de actuación y trato al cliente:
  1. A pesar de que hay disponibles 5 puestos de caja para realizar los cobros de la mercancía adquirida, nunca están operativos todos. Lo más habitual es que estén abiertos un máximo de 3 y con frecuencia hay colas para pagar .
  2. En el mismo sentido del punto anterior, un buen día le dicen que si el importe de su compra es menor de 300€, debe usted pagar en una especie de puesto automático de cobro. En el supermercado aducen que así no tendrá que esperar colas. La realidad es que ahora usted hace una gran cola en esos puestos de cobro automático, que por otra parte, al ser máquinas, son especialmente difíciles en el trato directo.
  3. Los precios de los productos del supermercado varían, no sólo dependiendo de la cantidad de mercancía que compre, sino también en función de lo que usted sea capaz de negociar directamente con el gerente; a pesar de que en teoría el establecimiento argumenta que los precios son los mismos para todo el mundo que compre la misma cantidad de productos.
  4. De vez en cuando, sin previo aviso, al pasar por caja el supermercado le cobra una cantidad "extra" que por lo visto es para gastos de mantenimiento del establecimiento. Si usted se da cuenta y protesta, es posible que le reembolsen dicha cantidad o bien parte de ella. Si no se da cuenta, nada de la mencionada cantidad le será devuelto.
  5. Aunque usted se haya percatado de la operación descrita en el punto anterior y en consecuencia le hayan devuelto el dinero "sustraido", periódicamente se producirá la misma maniobra en la esperanza de que en alguna ocasión a usted se le "olvide" la correspondiente protesta.
  6. Si usted paga al final de més toda la compra realizada en el mes en curso, los productos son un 15% más caros. Si por el contrario paga una cantidad por adelantado, los productos sólo se abaratan un 0,5%.
  7. Los productos de primera necesidad: huevos, leche, aceite,..., deben adquirirse en los 10 primeros días de cada más en horario de 10 a 11 de la mañana. Si usted quiere evitar esto tendría que abonarlos por adelantado.
  8.  El precio que aparece en los productos no sólo no incluye impuestos sino que ocurren situaciones como la siguiente: en el estante de las legumbres pone que el kilo de alubias cuesta 2€, pero cuando usted va a abonarlas le cobran 10€ porque en dicho precio no está incluido el paquete de cartón en el que vienen, ni los costes de rotulación de las etiquetas, ni el gasto en pegamento para armar el envase, ni demás gastos indirectos. En el estante tan sólo está el precio de "las alubias". Debería usted haberse dado cuenta, ya que en el propio envase y a letra microscópica viene todo esto perfectamente explicado.
  9. Si cualquier mercancía adquirida no es lo que usted pensaba y desea devolverla sin haberla usado o tocado, en el supermercado se la recogen pero le devuelven sólamente el 75% de lo que usted pagó por ella el día anterior.
  10. El supermercado periódicamente se vanagloria de la gran cantidad de dinero que gana. Además, incluso en tiempos de crisis en los que usted apenas tiene dinero para llegar a fin de més, le llegan noticias de que ellos han tenido una ganancia un 20% superior a la del año anterior. Incluso utilizan estas cifras como reclamo publicitario, para que se vea lo "buen" establecimiento que es.
Mi pregunta es: ¿Harían ustedes sus compras en un supermercado con la política de actuación como el que les acabo de describir?; ¿Le ven ustedes algún futuro a un establecimiento con esas características?; ¿Se imaginan que absolutamente todos los supermercados de su ciudad se uniesen y siguiesen esa política?. Pues bien, supongo que ustedes, como yo mismo, también habrán "caido en la cuenta" de que el trato que se nos dispensa a la mayoría en prácticamente la totalidad de las entidades bancarias no dista demasiado del empleado por nuestro supermercado ficticio. Y es que en la actualidad y hablando de bancos, el "interés" lo ponemos nosotros.

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